14.2.09

Jugando con Spotify

Cada vez compro menos discos. Me compro los CDs que realmente me gustan y por afán de coleccionismo porque la música la escucho en el ipod o en el ordenador. El último CD que compré fue American Idiot en 2005.

Internet y la música.
Soy una persona musicalmente corriente. Me suelen gustar los grandes éxitos de mis estilos favoritos, o sea la música más popular. Antes del bombazo de internet descubrir nuevos discos era fácil por que la oferta era limitada. Un poco de boca a boca, una cinta grabada o un programa de radio. Antes los discos tenían 10 canciones y duraban unos escasos 40 minutos. Si de las 10 te gustan 7 es una buena proporción y a lo mejor te planteas comprar el vinilo. Ahora un álbum en CD contiene por lo menos 16 temas y dura fácilmente 60 minutos; pero para un disco se siguen produciendo la misma cantidad de canciones buenas y, si seguimos con el ejemplo de antes, 7 sobre 16 ya no es una proporción tan buena y al final el disco me aburre.
Junto con la popularización de internet llegan los mp3. En un CD caben fácilmente 150 mp3, en un DVD caben más de 1000. Hoy el que no tiene compartidas 10000 canciones en la red local de la oficina es un raro. Encuentra algo que te guste entre esas 10000 canciones; a mi me da una pereza tremenda.
En internet hay modos de conseguir música sin pagar, generalmente con programas p2p. Antes de escuchar un disco hay que descubrirlo lo que puede suponer leer foros o acudir a webs especializadas o buscar en google "canciones parecidas a Stairway to heaven". Luego tienes que conseguir el torrent o buscarlo en el e-mule. Y cuando al final lo descargas, y no es porno, descubres que ese disco no te gusta o, con suerte, de las 19 canciones que tiene, y tras escucharlo varias veces, te gustan 2. Vaya pereza.

El concepto y Spotify.
Voy a dar una pista a las discográficas, esas que tanto se quejan de que cada vez venden menos CDs y de que el pirateo les hace perder millones por millares; voy a confesar de qué manera pueden sacarme unos eurillos todos los meses: una tarifa plana de música online. Eso sí, si voy a gastarme digamos cinco euros todos los meses, quiero un servicio bastante completo con unas características parecidas a estas:
  • Un catálogo completo: que pueda escuchar cualquier canción que se me pueda ocurrir. Esto es lo principal y lo más difícil; si falta alguno de mis artistas favoritos no pienso soltar ni un duro.
  • La ubicuidad musical: que pueda escuchar mis discos favoritos o mis playlists desde cualquier lugar, incluso con un dispositivo wireless portátil. Yo quiero tener mis discos favoritos en el servidor y no tener que preocuparme de sincronizarlos con el ipod. Si quiero escuchar un tema de los Foo Fighters no necesito tenerlo en la memoria del móvil, me basta con conectarme con el servidor y escucharlo por streaming.
Spotify cumple en gran medida estas características. Es un servicio de música online que funciona por suscripción. Lo más interesante de Spotify es su catálogo que contiene una buena parte de la música de los sellos Universal, EMI, Warner y Sony-BMG entre otros. Están disponibles online las discografías practicamente completas de artistas tan populares como U2, Guns'n Roses, Coldplay, Queen, Pet Shop Boys, Shakira, Madonna, The Cure, Billy Joel, Bryan Adams, Mariah Carey, The Cranberries, Amy Winehouse, Michael Jackson, Frank Sinatra, Abba, Garbage, Mike Oldfield, Foo Fighters, Green day.... la probabilidad de que tus artistas favoritos estén el catálogo de Spotify es realmente alta. Y como la música popular no es el único plato del amigo melómano el catálogo de Spotify se completa con un correcto pero mejorable menú de bandas sonoras (Williams, Silvestri, Zimmer, Barry, Goldsmith...) y algo de clásica (Karajan, Bernstein...).


Spotify funciona con un programa cliente bastante austero y que me gusta mucho porque da una sensación bastante profesional (me recuerda un poco al Steam de Valve) para las cuatro cosas que tiene que hacer, que son: Escuchar música, permitir gestionar tus playlists, escuchar canales de radio y realizar búsquedas.
La reproducción de música es instantánea, doble click sobre cualquier canción y ya está sonando. Si estamos en una playlist los siguientes temas se eligen de ésta. Si estamos en la vista de álbum se siguen reproduciendo canciones del mismo disco.
Las playlists se almacenan en el servidor y son accesibles desde cualquier ordenador con el cliente instalado y una conexión a internet. Además las playlists se pueden compartir entre usuarios.
Para los canales de radio elijes los estilos que quieres y un rango de años. Tiene el inconveniente de que los álbumes recopilatorios hacen que se cuelen canciones anteriores al periodo que tenemos seleccionado.
Las búsquedas son fiables, mostrando los resultados según la popularidad, que se mide por el número de playlists que contiene la canción, y los listados contienen unos hipervínculos que te permiten saltar a artistas o álbumes determinados. En la ficha de la discografía de cada artista se pueden ver sugerencias de artistas similares y sus cinco temas más populares, lo que hace bastante fácil, cómodo y rápido buscar música nueva.
No hay ninguna restricción absurda en Spotify que te impida escuchar continuamente las mismas canciones o a los mismos artistas. Sin embargo sí es posible encontrar algunos temas que están bloqueados y que según reza un aviso que aparece en pantalla no están disponibles por elección del artista o sello discográfico. A mí sólo me ha pasado con algunas canciones de Aerosmith.
Además, si consigues una invitación, puedes disfrutar de una versión de Spotify totalmente gratuita, sin ninguna restricción y con la única molestia de un anuncio muy de vez en cuando y que no interrumpe la música porque siempre va entre 2 canciones.

¿De los Beatles o de los Rolling?
Aunque el catálogo de Spotify es muy completo tiene notables ausencias: The Beatles, AC\DC, Red Hot Chili Peppers, Oasis, Metallica o Led Zeppelin por citar algunas. Para mí unas ausencias que hacen sencillamente imposible el plantearme gastar un sólo euro en este servicio. Eso sí, los fans de los Stones están de suerte y en este asunto los Rolling se han llevado el gato al agua frente a los Beatles.

Spotify es un buen inicio pero debe mejorar aún. El catálogo es impresionante pero deben cubrir las grandes ausencias que tienen, un tema que puede ser difícil porque parecen debidas a esos artistas que continuamente se oponen a la difusión de su música por internet, esos que demandan a sus fans por usar el e-mule. Además de los álbumes estaría bien poder acceder a las remezclas, maxisingles, etc. El acceso a través de las redes móviles estaría genial (aunque en España con el precio del 3G iba a salir un poco caro). Una sección de videos musicales (en HD claro!) no estaría nada mal. Es de suponer que vayan llegando mejoras proximamente ya que los chicos de Spotify declaran que aún están en beta y ya llevan más de un año (igual que gmail, vaya morro!).

En el estado actual se lo recomiendo a cualquiera que pueda hacerse con una invitación para su uso gratuito; pero pagar mejor aún no.

3 comentarios:

Koji Kabuto dijo...

Se me olvidaba dar las gracias a Ñaco que me pasó una invitación al mundo de Spotify.

Koji Kabuto dijo...

Uno de los grandes puntos negros de Spotify es la imposibilidad de crear tu biblioteca de álbumes favoritos; así podrías navegar por tus discos y elegir lo que te apetezca en lugar de recurrir al "search" continuamente.

Koji Kabuto dijo...

Más problemillas: cuando tu número de playlist crece es esencial tener un sistema de carpetas para organizarlas pero spotify no lo tiene. Esperemos que mejoren en esto próximamente, recordad que spotify está en "beta".