Lesbian Vampire Killers

Colmillos sinuosos. Curvas afiladas. ¿O era al revés? El trailer aquí.

Jugando con Spotify

Cada vez compro menos discos. Me compro los CDs que realmente me gustan y por afán de coleccionismo porque la música la escucho en el ipod o en el ordenador. El último CD que compré fue American Idiot en 2005.

Internet y la música.
Soy una persona musicalmente corriente. Me suelen gustar los grandes éxitos de mis estilos favoritos, o sea la música más popular. Antes del bombazo de internet descubrir nuevos discos era fácil por que la oferta era limitada. Un poco de boca a boca, una cinta grabada o un programa de radio. Antes los discos tenían 10 canciones y duraban unos escasos 40 minutos. Si de las 10 te gustan 7 es una buena proporción y a lo mejor te planteas comprar el vinilo. Ahora un álbum en CD contiene por lo menos 16 temas y dura fácilmente 60 minutos; pero para un disco se siguen produciendo la misma cantidad de canciones buenas y, si seguimos con el ejemplo de antes, 7 sobre 16 ya no es una proporción tan buena y al final el disco me aburre.
Junto con la popularización de internet llegan los mp3. En un CD caben fácilmente 150 mp3, en un DVD caben más de 1000. Hoy el que no tiene compartidas 10000 canciones en la red local de la oficina es un raro. Encuentra algo que te guste entre esas 10000 canciones; a mi me da una pereza tremenda.
En internet hay modos de conseguir música sin pagar, generalmente con programas p2p. Antes de escuchar un disco hay que descubrirlo lo que puede suponer leer foros o acudir a webs especializadas o buscar en google "canciones parecidas a Stairway to heaven". Luego tienes que conseguir el torrent o buscarlo en el e-mule. Y cuando al final lo descargas, y no es porno, descubres que ese disco no te gusta o, con suerte, de las 19 canciones que tiene, y tras escucharlo varias veces, te gustan 2. Vaya pereza.

El concepto y Spotify.
Voy a dar una pista a las discográficas, esas que tanto se quejan de que cada vez venden menos CDs y de que el pirateo les hace perder millones por millares; voy a confesar de qué manera pueden sacarme unos eurillos todos los meses: una tarifa plana de música online. Eso sí, si voy a gastarme digamos cinco euros todos los meses, quiero un servicio bastante completo con unas características parecidas a estas:

• Un catálogo completo: que pueda escuchar cualquier canción que se me pueda ocurrir. Esto es lo principal y lo más difícil; si falta alguno de mis artistas favoritos no pienso soltar ni un duro.
• La ubicuidad musical: que pueda escuchar mis discos favoritos o mis playlists desde cualquier lugar, incluso con un dispositivo wireless portátil. Yo quiero tener mis discos favoritos en el servidor y no tener que preocuparme de sincronizarlos con el ipod. Si quiero escuchar un tema de los Foo Fighters no necesito tenerlo en la memoria del móvil, me basta con conectarme con el servidor y escucharlo por streaming.

Spotify cumple en gran medida estas características. Es un servicio de música online que funciona por suscripción. Lo más interesante de Spotify es su catálogo que contiene una buena parte de la música de los sellos Universal, EMI, Warner y Sony-BMG entre otros. Están disponibles online las discografías practicamente completas de artistas tan populares como U2, Guns'n Roses, Coldplay, Queen, Pet Shop Boys, Shakira, Madonna, The Cure, Billy Joel, Bryan Adams, Mariah Carey, The Cranberries, Amy Winehouse, Michael Jackson, Frank Sinatra, Abba, Garbage, Mike Oldfield, Foo Fighters, Green day.... la probabilidad de que tus artistas favoritos estén el catálogo de Spotify es realmente alta. Y como la música popular no es el único plato del amigo melómano el catálogo de Spotify se completa con un correcto pero mejorable menú de bandas sonoras (Williams, Silvestri, Zimmer, Barry, Goldsmith...) y algo de clásica (Karajan, Bernstein...).

Spotify funciona con un programa cliente bastante austero y que me gusta mucho porque da una sensación bastante profesional (me recuerda un poco al Steam de Valve) para las cuatro cosas que tiene que hacer, que son: Escuchar música, permitir gestionar tus playlists, escuchar canales de radio y realizar búsquedas.
La reproducción de música es instantánea, doble click sobre cualquier canción y ya está sonando. Si estamos en una playlist los siguientes temas se eligen de ésta. Si estamos en la vista de álbum se siguen reproduciendo canciones del mismo disco.
Las playlists se almacenan en el servidor y son accesibles desde cualquier ordenador con el cliente instalado y una conexión a internet. Además las playlists se pueden compartir entre usuarios.
Para los canales de radio elijes los estilos que quieres y un rango de años. Tiene el inconveniente de que los álbumes recopilatorios hacen que se cuelen canciones anteriores al periodo que tenemos seleccionado.
Las búsquedas son fiables, mostrando los resultados según la popularidad, que se mide por el número de playlists que contiene la canción, y los listados contienen unos hipervínculos que te permiten saltar a artistas o álbumes determinados. En la ficha de la discografía de cada artista se pueden ver sugerencias de artistas similares y sus cinco temas más populares, lo que hace bastante fácil, cómodo y rápido buscar música nueva.
No hay ninguna restricción absurda en Spotify que te impida escuchar continuamente las mismas canciones o a los mismos artistas. Sin embargo sí es posible encontrar algunos temas que están bloqueados y que según reza un aviso que aparece en pantalla no están disponibles por elección del artista o sello discográfico. A mí sólo me ha pasado con algunas canciones de Aerosmith.
Además, si consigues una invitación, puedes disfrutar de una versión de Spotify totalmente gratuita, sin ninguna restricción y con la única molestia de un anuncio muy de vez en cuando y que no interrumpe la música porque siempre va entre 2 canciones.

¿De los Beatles o de los Rolling?
Aunque el catálogo de Spotify es muy completo tiene notables ausencias: The Beatles, AC\DC, Red Hot Chili Peppers, Oasis, Metallica o Led Zeppelin por citar algunas. Para mí unas ausencias que hacen sencillamente imposible el plantearme gastar un sólo euro en este servicio. Eso sí, los fans de los Stones están de suerte y en este asunto los Rolling se han llevado el gato al agua frente a los Beatles.

Spotify es un buen inicio pero debe mejorar aún. El catálogo es impresionante pero deben cubrir las grandes ausencias que tienen, un tema que puede ser difícil porque parecen debidas a esos artistas que continuamente se oponen a la difusión de su música por internet, esos que demandan a sus fans por usar el e-mule. Además de los álbumes estaría bien poder acceder a las remezclas, maxisingles, etc. El acceso a través de las redes móviles estaría genial (aunque en España con el precio del 3G iba a salir un poco caro). Una sección de videos musicales (en HD claro!) no estaría nada mal. Es de suponer que vayan llegando mejoras proximamente ya que los chicos de Spotify declaran que aún están en beta y ya llevan más de un año (igual que gmail, vaya morro!).

En el estado actual se lo recomiendo a cualquiera que pueda hacerse con una invitación para su uso gratuito; pero pagar mejor aún no.

Enero 2009

Esto es lo que he estado viendo en Enero.

El cine en casa. Ahora en sorprendente 3D.

A principios de los años 50 la popularidad de la televisión amenazaba a la industria cinematográfica ¿No vas a pagar por algo que puedes ver gratis en casa? La respuesta del mundo del cine fue proporcionar una experiencia mejor que la del aparato de TV doméstico. Aparecieron los grandes formatos como el Cinemascope, el sonido multicanal y las películas 3D.
Hoy en día, en una situación similar, en la que la diferencia entre la sala de cine y nuestros home cinema es cada vez menor, las producciones en 3D vuelven a popularizarse. Beowulf, U2 3D o Bolt son la punta de lo que promete ser una larga lanza de películas que se sirven de la tecnología de proyección digital para producir una sensación estereoscópica. Como ya ocurrió en los años 50 esta hornada de películas 3D cumple los estándares de calidad esperados en superproducciones y son protagonizadas por estrellas de Hollywood, lo que amplía sensiblemente el público objetivo.

La tecnología.

Para conseguir el efecto de profundidad la percepción de cada uno de nuestros ojos deber ser diferente pero coherente. Se utilizan cámaras especiales para grabar en película los 2 puntos de vista, esto es, se toman dos películas una para cada ojo. La manera en que cada uno de estos puntos de vista se llevan finalmente por separada a cada uno de nuestros ojos varía.

El anaglifo.

Es la superposición de dos imágenes, generalmente una roja y otra azul, que vistas con unas gafas especiales (las típicas gafas de dos colores) producen sensación de relieve. Al observar la imagen con el filtro rojo por ejemplo, la parte roja de ésta se anula mientras que la parte azul se vuelve muy oscura; algo similar ocurre con la azul lo que produce una imagen distinta para cada ojo y resulta en un efecto estereoscópico. Ha sido la técnica más popular y barata de producir y en el caso del cine se pueden utilizar salas y proyectores convencionales. Tiene la pega de que los colores quedan muy desvirtuados.

Polarización.

La luz polarizada está manipulada de tal manera que no se puede reflejar o refractar en determinadas condiciones donde la luz no polarizada sí lo hace. En lo referente al cine 3D este fenómeno nos permite proyectar simultáneamente sobre la misma pantalla las imágenes correspondiente a ambos ojos. El espectador utiliza unas gafas que llevan un filtro distinto para cada ojo de tal manera que sólo deja pasar la luz polarizada de determinada manera. Así aunque las imágenes se proyecten mezcladas las gafas sólo dejan pasar la parte correspondiente a cada uno de los ojos. Para este tipo de películas no se pueden usar salas y proyectores convencionales pero la calidad de la imagen, sobre todo en lo tocante al color, es superior a la de los anaglifos. Los sistemas actuales de proyección digital 3D utilizan mejoras de esta técnica para, por ejemplo, usar un solo proyector.

Mecanismos de obturación.

Se utilizan unas gafas especiales que se sincronizan con la fuente de la imagen para ir tapando uno de los ojos alternativamente. En una película de cine se pueden emitir 24 fps para cada ojo lo que produce una tasa real de 48 fps. Durante el visionado cada uno de los ojos se pasa tapado la mitad del tiempo, sin embargo esto no afecta gravemente a la sensación de movimiento ya sea por la capacidad del cerebro de abstraernos del artificio o por el efecto conocido como persistencia de la visión o retiniano. Las gafas utilizadas para este proceso suelen considerablemente más caras que las que se usan para las otras técnicas.

Viaje al centro de la tierra 3D [imdb]

Si este Blu-Ray no hubiera contenido la versión en 3D de la película creo que no me hubiera planteado comprarlo. Había leído algunas reviews bastante positivas y el echo de que se pueda encontrar en internet a un precio inferior a los 20 euros (la baja cotización de la libra está haciendo estragos en mi economía post navideña y mi colección de blu-rays ha crecido tanto que me resulta difícil ver todo lo que compro) me decidió a satisfacer mi curiosidad ¿Estará conseguido el efecto estereoscópico? Pues sí.
En el estuche de la película vienen 2 pares de gafas con unos filtros magenta y verde para cada ojo. El efecto de profundidad está bastante conseguido y el algunos momentos la película consiguió que se me disparase el reflejo de esquivar los objetos que saltaban de la pantalla. Es divertido poner la película en pausa en algún momento 3D-intenso y entretenerse en efocar los diferentes objetos que aparecen en escena. El efecto negativo de utilizar anaglifos es que los colores son una auténtico churro durante todo el visionado.
Respecto a la película Viaje al centro de la tierra 3D es una producción de aventuras juvenil realizada con corrección, de las que se olvidarían con tanta facilidad como se ve si no fuera por el extra de las 3 dimensiones. En el mismo disco se incluyen las versiones estándar y 3D del film.

Curiosidades sobre el cine 3D.

• La película de Alfred Hitchcock Crimen perfecto (1954) fue rodada en 3D aunque se exhibió mayoritariamente en formato estándar 2D. La versión 3D fue reestrenada durante los años 80.
• La producción en 3D con más éxito es una película erótica de 1969, The stewardesses. Rodada con 100.000 US$ recaudó más de 25 millones.
• James Cameron no rueda un largometraje desde Titanic (1997). Promete que su nueva producción, Avatar (esperada para Diciembre), será una experiencia única en 3D.
• George Lucas no descarta la reedición de las películas de Star Wars en 3D. La conversión a 3D se podría realizar mediante el proceso conocido como Dimensionization propiedad de In-Three. Esta compañía es la responsable de la conversión de Pesadilla Antes de Navidad cuya versión en tres dimensiones se estrenó en 2006. Si este proceso se populariza podemos esperar una nueva oleada de reestrenos de grandes clásicos ¿Que tal Ben-Hur en 3D? Yo iría.
• Todas las películas venideras de Pixar/Disney serán distribuidas también en 3D y probablemente todas las antiguas sean adaptadas a partir de los fuentes originales. Ya está previsto el reestreno de Toy Story este año.
• Los 2 sistemas de exhibición 3D más populares son RealD e IMAX 3D. La mayoría de las supreproducciones se proyectan en ambos. Hay muchas más pantallas con RealD pero IMAX suele dar una sensación de inmersión mejor.

Home cinema con mejoras 3D.

Parece que la exclusividad de la que ahora disfrutan las salas de cine en el entretenimiento 3D de calidad va a durar poco. La tecnología 3D va a saltar al ámbito doméstico en breve. Ya están disponibles las televisiones planas de alta definición 3D Ready que trabajan en conjunción con unas gafas obturadoras inalámbricas para llevar a casa la sensación tridimensional.
Mientras tanto la Blu-Ray Disc Association está trabajando para fijar el estándar 3D para los Blu-ray (Panasonic ha hecho una propuesta al respecto) y se espera que esté disponible para el público durante el año 2010.

Enlaces interesantes.
3-D films en la wikipedia.
Listado de películas 3D.
Real D Cinema.
IMAX.